Mitos Nutricionales

¿Por qué hay tantos mitos sobre nutrición y alimentación que todavía calan en la sociedad?

Muchos de los pacientes que vienen a consulta, vienen con ideas falsas preconcebidas sobre alimentación y es incluso lógico teniendo en cuenta el entorno y la información que nos llega sobre nutrición y alimentación por diferentes canales. Es nuestro deber como nutricionistas y dietistas, desmentir estos mitos que confunden y dificultan la adquisición de mejores hábitos saludables en la población.

Estas son unas cuantas razones que en mi opinión tienen mucha parte de culpa de la existencia de estos mitos:

1. CLICKBAIT

Seguimos viendo revistas o prensa (tanto en papel como digital) con artículos sobre las bondades de dietas milagro o sobre los beneficios de beber una copa de vino al día, por poneros dos ejemplos. Y las supuestas bondades o las insinúan en el titular o directamente te la ponen sin miramientos para que entres en el artículo y ellos consigan más entradas que se traduce en más anuncios y mayor rentabilidad económica.

2. INDUSTRIA ALIMENTARIA

Muchos de estos estudios que ensalzan los beneficios de un producto u otro están financiados por empresas que venden esos mismos productos. Por ejemplo, cuando vemos en medios que en un estudio se ha observado que el consumo moderado de cerveza o vino puede mejorar algún parámetro de salud es muy pero que muy probable que ese estudio haya sido financiado por los propios fabricantes de vino y cerveza. Es importante indagar quién está detras de los estudios para saber si hay intereses de por medio.

3. ANUNCIOS ENGAÑOSOS

Estos anuncios engañosos los podemos encontrar en muchísimos canales… anuncios de televisión, radio, revistas, prensa. Suelen ser anuncios que ensalzan algún beneficio en concreto de alimentos ultraprocesados como galletas, lácteos azucarados, bebidas energéticas, zumos azucarados, cereales de desayuno, etc. Lo más preocupante es que estos anuncios sobre todo están dirigidos a los niños.
¿Y cómo ensalzan tales beneficios milagrosos? Pues con frases en el envoltorio como “el desayuno de los campeones” o “energía para el deporte” o “para que tus huesos crezcan”. Y para rematar, estos envoltorios, los adornan con dibujos de animales o de personajes famosos y así los niños se sentirán mucho más atraídos.

 

4. INTRUSISMO LABORAL

En nuestro campo está a la orden del día. Tenemos naturópatas, empresas que venden productos milagrosos, gimnasios que ofrecen asesoramiento nutricional sin ningún profesional cualificado para ello, iridiólogos y un laaaaaaargo etc que ofrecen el asesoramiento nutricional cuando ni están capacitados ni la Ley se lo permite.

Esta situación nos afecta a los nutricionistas y dietistas pero el mayor afectado es el paciente, el ciudadano que es engañado y manipulado en el ámbito de su salud o la de su familia.

Estos son algunos consejos que nos da el Consejo General de Dietistas-Nutricionistas para evitar el fraude.
Los métodos fraudulentos son fáciles de detectar y brillan por la ausencia de deontología:
– La venta de producto va unida al tratamiento.
– El producto que debes tomar solo lo fabrican y venden ellos.
– La visita o consulta dietética se realiza en un establecimiento comercial sin registro sanitario.
– Dan garantía de resultados.
– Utilizan un caso aislado como evidencia científica.

 

5. BOCA A BOCA

A quién no le ha llegado por un amigo, vecino, familiar o conocido un mensaje tipo “pues yo tomo agua con limón por que es bueno para desintoxicar el hígado” o “yo no como carbohidratos a la noche porque engorda”. Esto sucede, sí, pero es a consecuencia de las razones anteriores expuestas, si no hubiese tanto clickbait, tantos intereses económicos de cierta industria alimentaria, tantos anuncios engañosos, tanto intrusismo laboral no tendríamos tantos mensajes erróneos sobre alimentación y el boca a boca no tendría tanta influencia.

Es importante indagar en fuentes fiables para averiguar si aquello que me han dicho sobe nutrición es real o no. Y por supuesto, para obtener un asesoramiento serio, lo mejor que puedes hacer es acudir a  un Dietista-Nutricionista colegiado o un Técnico en Dietética colegiado.